GANADO HUMANO PARA LOS VAMPIROS .

Florianna era una mujer joven. Si iba a ser ganado para los vampiros, podría serlo durante años. Décadas. Le habían colocado un mono rojo. Rojo por la sangre. Eso era lo que ella era para los vampiros. Sangre. Se abrochaba con corchetes. Las coasturas no estaban muy bien hechas, y la tela era gruesa. Le apretaba. Sobretodo al moverse. Le habían colocado esposas o grilletes en las manos. Las tenía a la espalda, rodeando un poste de metal. Los piés también llevaban puestos otros . Era como antaño. Como un siglo atrás. No había cambiado nada. Los vampiros seguían esclavizando humanos. Habían creado toda una legislación para ello. Una legislación muy sofisticada. Muy amplia. Pero la finalidad era la misma. Y el resultado. Florianna pasó a engrosar la larga lista de humanos que habían acabado como ganado de los vampiros. Ganado humano. Sin derechos. Estaban a disposición de los murcys. Les colocaban una especie de grifo. Les extraían la sangre sin tenerles que morder. Así no se convertían en vampiros. Florianna se dió cuenta de que no era tan importante si la echaban del piso. Lo importante era haber perdido su libertad. Rompió a llorar.